CARTA A JON SOBRINO
Publicado por Movimiento Apostólico Seglar el 9 de abril de 2007 +información-->
-volver a portada

Madrid, 4 de abril de 2007 Estimado Jon Sobrino: Los medios de comunicación españoles han venido informando todos estos días de la nueva agresión del Vaticano, esta vez contra ti y tu cristología. Siguen obsesionados en “cortar cabezas” de teólogos de la liberación. Siempre, en las curias romanas les ha molestado la opción por los pobres, el Jesús histórico como expresión del Cristo de la fe y la Iglesia de los pobres. Con estas formas inquisitoriales, en el Vaticano tratan de defender el modelo de Iglesia piramidal, clerical, ritualista y aliada con los poderosos.

La crítica del Vaticano que se expresa en la “Notificación”, al parecer, unas veces no se ajusta a la verdad, y otras tergiversa tu teología. Los jerarcas de la Curia, ¿habrán leído detenidamente tus libros de cristología? Muchos lo dudamos. Pues más bien parecen que obran por prejuicios y conforme a una aptitud predeterminada y escasamente cristiana: acabar con la Teología de la Liberación, desacreditando, sancionando y silenciando a los teólogos más destacados que han optado por los pobres, en el seguimiento de Jesús y conforme al Concilio Vaticano II. Sin embargo, son bastantes los buenos teólogos de distintas especialidades, que responsablemente han observado la coherencia de tu teología y cristología con la Palabra de Dios y con la fe de la Iglesia. Asimismo, somos innumerables los cristianos que hemos considerado necesarias e iluminadoras tus reflexiones teológicas, para poder cumplir coherentemente con el compromiso liberador de los oprimidos conforme al evangelio de Jesús y según los signos de los tiempos. Es triste, como denuncia nuestro obispo y profeta Pedro Casaldáliga, que en vísperas de la V Conferencia Episcopal Latinoamericana en Aparecida, te hayan “advertido”. ¿Pretenden infundir miedo? Es escandaloso, según don Pedro, “que un cardenal de la curia ya ha declarado que antes de Aparecida estará liquidada la Teología de la Liberación”. Pero Casaldáliga añade a continuación: “Ese ilustre purpurado habrá de aceptar, supongo, que después de Aparecida continuará vivo y activo el Dios de los pobres, y continuará subversivo el evangelio de la liberación”; pues el hambre, la opresión y la guerra siguen haciendo estragos en el Tercer mundo. Ante la injusta Notificación vaticana, me uno a las muestras de afecto personal y de solidaridad liberadora que desde todas partes del mundo estarás recibiendo; especialmente me adhiero a la solidaridad de los movimientos y comunidades de la Iglesia de Base de Madrid, integrada a Redes Cristianas del Estado español, con las que colaboro actualmente. Quiero, por último, agradecerte el servicio que has prestado a la Iglesia de los pobres, al hacerse pública tu carta personal al General de la Compañía de Jesús, P. Kolvenbach, pues para ser “astutos como serpientes y sencillos como palomas” (Mt 10, 16), hay que conocer la realidad, en este caso del Vaticano, donde algunos cardenales más parecen miembros del Sanedrín que discípulos de Cristo. Aunque nos reconforta tu declaración de fe, es indignante la persecución constante que has padecido pacientemente desde 1975. Me parecen reveladoras las sinceras aclaraciones del contenido de tus libros al teólogo (hoy Papa) Ratzinger. En el rechazo del Vaticano contra ti y tu pensamiento teológico de la liberación, están mostrando la frialdad con los 80.000 víctimas y mártires salvadoreños (y latinoamericanos), de los cuales eres uno de los testigos, especialmente de Rutilio Grande, asesinado en 1977; Mons. Romero, al que tanto ayudaste, eliminado en 1980; e Ignacio Ellacuría, suprimido junto con 5 hermanos y las dos mujeres en 1989. Teólogos y presbíteros de los pobres, debemos seguir denunciando los atropellos eclesiales contra los profetas de la justicia. Amigo Jon, recordando los tiempos que pasamos juntos en la UCA, recibe un cordial saludo y mi buena disposición para lo que necesites. Contigo, somos innumerables los que afirmamos “Fuera de los pobres no hay salvación”. Pedro Serrano


sitio alojado en nodo50 creative commons creado con spip