El Mercado
Publicado por Movimiento Apostólico Seglar el 10 de diciembre de 2008 +información-->
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El mercado

La mano invisible

Desde Adan Smith, los economistas afirman que en el mercado hay una mano invisible que hace posible el bien común, en la medida que los compradores y vendedores buscan y se afanan en el bien particular de cada uno. Es decir, cuantos más egoístas somos más bien producimos a la humanidad.

La economía capitalista, sin embargo, además de dejar a las mayorías en la miseria, produce crisis cíclicas que hunden a los actores económicos. Ahora estamos en una de ellas que es de proporciones gigantescas, causada por el irracional abuso de las empresas constructoras y de las instituciones financieras, sobre todo en Estados Unidos.

Divergencias económicas

Para que la economía funcione a favor de las clases altas, aunque ello perjudique a las clases bajas, unos piensan que no debe intervenir el Estado y otros que es necesario la intervención del Estado.

a) Los neoliberales

Desde el presidente Reagan hasta el presidente Bush II, a prevalecida en la economía norteamericana y mundial, el neoliberalismo global, donde se ha practicado la desregulación de la economía, la bajada de impuestos y la libertad económica para los actores hegemónicos en el mercado. El resultado es que los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres.

Pero cualquier grupo, asociación o sociedad humana, necesita un gobierno que sepa hacer cumplir las normas acordadas en beneficio de la colectividad, ya sea en deporte, circulación vial, educación en las escuelas y cualquier otra actividad humana.

Pues bien, la persona tenida por el más inteligente de los seres vivos, ha implantado en economía el sistema más irracional posible: la no intervención del Estado en el mercado. Por ello, el mercado se ha convertido en la lucha de todos contra todos, donde las multinacionales y las financieras han arruinado a innumerables agentes económicos, y empobrecido a las clases trabajadoras.

Por su egoísmo, los agentes financieros hemos acabado en una crisis de impredecibles consecuencias.

b) Los neointervencionistas

Desde la crisis de 1929 en Estados Unidos, prevaleció junto con Keynes y otros economistas, la idea de que para salir de la gran depresión era necesaria la intervención del Estado. Una manera para superar la depresión que utilizaron los norteamericanos, fue la participación en la segunda guerra mundial. Desde entonces, la economía americana fue alcanzando la hegemonía mundial que ha ido acrecentando hasta la fecha. Claro, siempre en ayuda de los agentes económicos más poderosos.

Ahora igual, con la crisis del 2008, principalmente financiera, aunque a ella se le una la debacle en la energía, la construcción y los alimentos, no ha tenido más remedios el gobierno Bush que salir al rescate de sus amigos los ricos de las finanzas y las multinacionales; uniéndose los gobiernos de Europa, Asía y Latinoamérica.

Así que, después de enriquecerse la clase capitalista a costa de los pueblos, ante la pasividad injusta de los gobiernos democráticos, ahora los gobiernos intervienen para salvar al capitalismo, mientras siguen en la miseria la mayoría de la población mundial. Otra economía es posible

La crisis financiera global en la que estamos inmersos, reafirma la opción de diez o doce pueblos en América Latina, que han optado por sistemas y gobiernos que den prioridad al bien de los pueblos por encima de las multinacionales y poderes financieros.

Bolivia, Ecuador, Venezuela, Paraguay, Uruguay, Brasil, y Chile, a los que se les van uniendo Argentina, Nicaragua, República Dominicana y Cuba, están abriendo un nuevo sistema que evite la dictadura comunista fracasada y la explotación capitalista incapacitada. Estos Estados populares (y no populistas), aún con sus errores e imperfecciones, no sólo están revolucionando el continente americano, sino que además están abriendo la esperanza a la humanidad.

Pedro Serrano


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